Agua






Mi venganza fue vestirte de palabras
vivas, eternas
mientras te desnudabas con palabras ajenas
saqueadas de libros polvorientos
de poetas muertos
de noche maldita
que robo la chispa del olimpo nuestro
mientras soplabas las cenizas de nosotros
entre el blanco gris nicotínico
entre el aire caliente del infierno de lo efímero

Mi venganza fue hacernos el amor en el agua del espíritu
y que tu piel se hiciera submarina para ir a tus rincones
mas etéreos y profundos
hacerte ave y delfín para buscar la superficie
el espacio perdido de nosotros
donde el aire aún es nítido

Donde las almas no saben del olvido

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